29 Ago Encuentros intergeneracionales y envejecimiento activo
El Envejecimiento Activo no es otra cosa que la utilización óptima de todos los recursos con los que cuenta una persona mayor para mejorar su calidad de vida al máximo posible tanto en su ámbito físico, cognitivo, social y espiritual. Sin lugar a dudas la variable territorial o entorno es un aspecto fundamental para optimizar al máximo los recursos y posibilidades que entrega no solo a la personas mayor sino que también a su familia y entorno social.
Bajo ese aspecto cuando el factor salud no es óptimo y cuando se dificultan las medidas para mejorar o mantener el bienestar subjetivo de los adultos mayores en su dimensión física y cognitiva; las redes sociales y familiares juegan un rol fundamental convirtiéndose muchas veces en el único espacio que mantiene las capacidades del adulto mayor.
Muchas veces hemos señalado que las reuniones entre personas mayores en clubes, talleres y organizaciones de una u otra manera favorecen el envejecimiento activo ya que se mantienen dinámicas sociales positivas para ellos; sin embargo no podemos apelar a la sola generación de espacios de mayores, entre adultos/as mayores y para adultos mayores ya que podríamos favorecer a la generación de verdaderos “guetos” de personas mayores aislados del entramado social.
Entonces cabe preguntarse ¿Qué tan importante es la integración de las personas mayores con personas de otras edades? ¿Cómo se puede favorecer? ¿Quién es responsable de lograr esta integración?
La importancia es de los encuentros entre generaciones es clave no solo para lograr buenos procesos de envejecimiento activo en las personas mayores sino que también para generar círculos virtuosos de beneficios ya que cuando se reúnen personas mayores con personas más jóvenes en diferentes instancias no solo se beneficia la personas mayor ya que la persona más joven también puede incorporar en su experiencia de vida la sabiduría y aprendizajes que pueden rescatar de los mayores, siempre y cuando exista una mirada positiva de los procesos de vejez y envejecimiento.
Por otro lado el conjunto social también se beneficia ya que para el colectivo y las comunidades el reconocimiento de la diversidad en diferentes edades permite que la cohesión social sea una realidad especialmente en comunidades pequeñas como las nuestras. Finalmente podemos decir que el capital social de una persona se ve enriquecido con los encuentros entre generaciones ya que teóricos como el sociólogo James Coleman señalan que el capital social se enriquece aún más si las relaciones sociales no solo son entre pares sino que también de manera horizontal, vertical y más aún si es considerando diversas realidades sociales y de vida.
Existen muchas formas de favorecer el encuentro entre diferentes generaciones y sin duda el seno familiar es precisamente el primer lugar donde las personas mayores pueden ser parte de una dinámica interna positiva y de reconocimiento en primer lugar por los más niños siempre desde una mirada positiva de la vejez y envejecimiento como un proceso natural en el cual todos se encuentran afectos
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