Publicado en 10:22h en
Blog por Tatiana Diaz Oír no es lo mismo que escuchar. La escucha activa es un requisito fundamental con el que deben contar las
enfermeras a domicilio. No se trata sólo de prestar atención a lo que nos cuentan los pacientes, es vital atender a sus sentimientos, ideas o pensamientos. Cuestiones que no expresan con palabras, pero que van implícitos en los mensajes que transmiten. Es un proceso más complejo de lo que parece, ya que los cuidadores deben realizar muchas tareas. Pero, sentarse a escuchar sin prisa, sin que suponga un esfuerzo, también supone una ayuda para ellos. Un momento de desahogo para que puedan quedarse en paz y tranquilos.